Exploración temática

En mayo o junio (invierno austral) la hembra pondrá un huevo de aproximadamente 450 gramos. Este es el momento en el que la hembra pasa el huevo cuidadosamente con las patas al macho; si el huevo tocara más que unos segundos el hielo sería mortal para él. Una vez que el macho tiene el huevo en su pliegue de piel abdominal, la hembra inicia otro largo viaje hacia el mar en busca de comida.
Los machos forman compactas agrupaciones en las que se turnan del interior al exterior de la formación y viceversa. Así sobreviven al frío y a los fuertes vientos de hasta 200 km/hora. La incubación dura de 62 a 64 días. Si la cría nace antes del retorno de su madre, su padre la alimentará con una sustancia lechosa que segrega una glándula del esófago. Después de dos meses, ella regresa y encontrará a su pareja distinguiendo su llamada de la de cientos de pingüinos. Regurgitará la comida y alimentará a la cría. Es entonces el turno del macho para ir de nuevo a buscar comida al mar. Después de unas semanas regresará y los dos cuidarán de la cría. Si este ciclo se interrumpe en algún punto debido a la muerte de un progenitor la cría perece sin remedio.
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